Carl Rogers nació en Oak Park, Illinois, un suburbio de Chicago fu el cuarto de seis hijos. Los padres de Rogers protestantes de clase media educados y conservadores, instalaron en sus hijos normas de conducta ética elevadas y enfatizaron la importancia del trabajo duro.
Era un lector ávido y desarrolló un cierto
nivel de independencia desde muy pequeño. La vida campirana estimulo su
interés en la ciencia y aumento su capacidad para trabajar en forma
independiente. Estaba interesado con la literatura sobre agricultura científica
que su padre llevaba a casa. Rogers trabajaba duro en sus quehaceres en la
granja; criaba corderos, cerdos y becerros.
Revelándose
como un estudiante superior, Rogers ingreso a la Universidad de Wisconsin, el
alma mater de la familia, con la intención de estudiar agricultura. Sin
embargo, en su segundo año, decidió encaminarse hacia el sacerdocio. Después de
su graduación en 1924, se casó con Helen Elliot y se mudó a Nueva York para
comenzar su preparación como ministro en el Seminario Teológico Unión.El enfoque
filosófico liberal hacia la religión fomentado en el Seminario Teológico Unión,
y los acontecimientos adquiridos por su participación en varias conferencias de
la Y .M.C.A., lo llevaron a creer que no podía trabajar en un campo que
requiriera el profesor un conjunto específico de creencias.Sus
intereses se dirigían cada vez más hacia la psicología; por consiguiente, se
cambió el Colegio de Profesores de la Universidad de Columbia, donde tuvo
contacto con la filosofía de John Dewey y comenzó su entrenamiento en
Psicología Clínica. En 1931 Rogers recibió su doctorado y se unió al
personal de Centro de Asesoría Rochester, donde ayudo a desarrollar un centro
de estudios infantiles.
Rogers tuvo
contacto por primera vez con 10 que habrían de ser muchos años de oposición de
los integrantes de la profesión psiquiátrica respecto a permitir a los
psicólogos y consejeros practicar y tener responsabilidad administrativa
sobre la psicoterapia. En 1939, se desató una campaña
vigorosa para destituirlo. La opinión general era que un psicólogo
simplemente no podía hacer esta clase de trabajo. Pero el consejo de
administración decidió a favor de Rogers.
En 1940
Rogers aceptó un nombramiento como profesor de psicología en la Universidad
Estatal de Ohio. Trabajo con estudiantes graduados expertos,
y comenzó a articular con claridad sus opiniones sobre psicoterapia usando a
estudiantes universitarios como su base de datos primaria. En 1945, se
cambió a la universidad de Chicago donde, como profesor de psicología y
secretario ejecutivo del centro de asesoría, de nuevo defendió su opinión de
que les psicólogos y consejeros podían realizar terapias de manera efectiva.
Los esfuerzos de Rogers, condujeron a la unión de la Psiquiatría y la
Psicología como dos profesiones en busca de un objetivo común.
Su labor de
conciliación y desafío se reflejaron en el nombramiento de Rogers como profesor
de psicología y psiquiatría en la Universidad de Wisconsin en 1957. En
1963 Rogers se convirtió en miembro del Centro para Estudios de la Persona, en
La Jolla, California. Murió en 1987 de un ataque cardiaco después de
sufrir una cirugía por fractura de la cadera. “A lo largo de su carrera,
pasó de la psicoterapia personal a grupos pequeños y a naciones”, expresa su
hijo David.
EL
DESARROLLO DE LA PERSONALIDADAl momento de
nacer, el niño funciona como un
organismo integrado. Es
decir, funciona como una totalidad coherente que se adapta creativamente
a su entorno. Su conducta es impulsada por la tendencia a la actualización y se
orienta de acuerdo a los criterios valorativos del organismo (valoración orgásmica).
Conforme el organismo se desarrolla, surge en su campo fenoménico una imagen de
sí mismo que se configura a partir las experiencias orgásmicas. Y su conducta
se orienta de acuerdo
a estas experiencias simbolizadas. Por ejemplo,
si el organismo
experimenta hambre, el niño
toma de esta sensación, percibe el
hambre e inicia una conducta
concordante: busca comida, llora, etc.
Si el organismo siente cólera o enojo con su hermano, el niño
percibe este impulso
y se comporta de
acuerdo a su
necesidad de descarga
del impulso agresivo, golpeando a su hermano. Si el organismo debe evacuar la orina, el niño
percibe esta sensación
y procede a
orinar sin importar dónde
se encuentre, satisfaciendo su
necesidad orgásmica libre y espontáneamente. Dada la situación de vulnerabilidad y
dependencia en la que se encuentra el niño, éste siente que debe asegurarse el
afecto y cuidado de sus cuidadores primarios. El niño
desarrolla entonces una Necesidad
de Consideración Positiva
de parte de sus padres.
Entonces, el niño orientará su conducta de acuerdo a esta
necesidad, aún a expensas de la satisfacción
de otras necesidades
orgásmicas. Con esto,
el niño buscará construir un concepto de sí mismo que
le asegure el afecto y cuidados necesarios para su supervivencia.
Cuando el niño se
comporta de una manera o
experimenta una sensación que los padres valoran
negativamente, éstos retirarán su afecto,
mientras que si el niño se comporta
según lo que ellos consideran aceptable, entregarán afecto recompensando al
niño. A este proceso Rogers lo llama Condicionalidad del Afecto. Ahora el niño no actuará de determinada manera porque
los padres consideren que X conducta
o experiencia es negativa
o positiva, sino porque él mismo valora
su experiencia y su conducta condicionalmente. En este
sentido Rogers explica
que el niño, a partir de
sus interacciones con
sus cuidadores primarios, va a dejar de lado el proceso de valoración orgásmica y sus criterios, reemplazándolo por un proceso de Valoración
Condicional.
En este proceso, el Concepto
de Sí Mismo se va alejando y disociando del Organismo y sus experiencias. Se va volviendo
autónomo, orientando la conducta de acuerdo a criterios que muchas
veces no coinciden con los criterios valorativos del organismo. Además, el
Concepto de Sí
Mismo, que en un principio
coincidía con las experiencias
orgásmicas y que resultaba ser fluido,
dinámico y maleable, ahora se volverá rígido, autónomo. Rogers explica que el niño
entonces pasa de un estado de Congruencia (Organismo y Sí Mismo coinciden) a un
estado de incongruencia (organismo y Si mismo se disocian y diferencian). Este es
para el autor el núcleo central del desajuste psicológico.
BIBLIOGRAFIA